Dicemasters Vs Pokemón: el inicio...
Sé que las comparaciones son
odiosas, pero a veces resultan útiles y otras veces derechamente necesarias. Sería
injusto comparar a Dicemasters con el Pokemon de hoy, pues el primero es un
juego que aún lucha por establecerse de manera sólida, está en plena niñez,
mientras que el segundo lleva ya años cautivando a un público que a pesar de
haber vivido el paso de diferentes compañías productoras, se mantiene con una
masa de jugadores que si bien no es la de antaño, sigue siendo bastante fiel,
hecho por lo cual haré un parangón de estos juegos en su inicio, en cómo las
compañías han hecho lo posible por posicionar sus respectivos juegos en su público
objetivo durante los primeros años de producción.
Si, lo sé el título de esta
columna suena un poco dramática, pero una vez captada tu atención, quiero
proponerte el ejercicio de examinar el inicio de dos juegos, cuyo génesis en
Chile pude vivir de primera mano: Pokemon y Dicemasters.
El comienzo de Pokémon fue meteórico,
descollante, durante la época en que el juego fue lanzado para USA por Wizards
of the coast (1999) se podía ver como el juego de video, la serie de TV y las
películas gozaban de una popularidad inusitada entre los jóvenes.
Wizards of the Coast, con el
bagaje que le entregaba (y le entrega) la organización y producción de Magic:
el encuentro, el juego de cartas coleccionable más antiguo y de público más
numeroso en el mundo, aplicó para la franquicia de Pikachu la misma agresiva
política de marketing que aplicaba para su juego estrella, la empresa Doce que era
a la sazón quien tenía la distribución del juego en nuestro país, no escatimó
recursos en poner en conocimiento de la mayor cantidad de jóvenes posible, la
existencia y bondades del, en ese entonces, nuevo juego. Fue así como se
organizaron sendos eventos de markenting en Malls, tiendas del ramo y hasta en
cines.
¿Se puede aplicar lo anterior a
Dicemasters?, a opinión de quien escribe estas líneas, la verdad es que no. La
Potencia de Marvel como marca hoy en día, es indiscutible, a través de sus mega
producciones de cine, merchandaising de todo tipo, juegos de video, programas
de televisión y más, lo hacen fácilmente equiparables al fenómeno de Pokémon en
su época, pero lamentablemente, no se ha visto por parte del distribuidor en
Chile la intención de capitalizar ese éxito, por el contrario, se les ha visto
con una desidia que resulta asombrosa y por qué no decirlo, sospechosa.
Para muestra un botón, en el año
2000, se lanzó la segunda película de Ash Ketchum y compañía, luego de la cual,
al final del evento a todos los asistentes, a la salida del cine luego de ver
la película se les regalaban una carta promocional, la cual muchos de los que
vivimos en esa época guardamos con especial aprecio: Ancient Mew, y son esas
pequeñas cosas las que cautivaron a jugadores nuevos y los incitaron a
integrarse al juego organizado.
Entonces ¿podríamos concluir que
Pokémon resultaba un mejor juego?, alguno podrá estar en desacuerdo conmigo, pero creo que no, en lo personal
considero que Dicemaster es un juego muchísimo más complejo que Pokémon en su
época, goza de una modalidad de juego extremadamente atractiva, en la cual se
balancea la suerte y la estrategia de juego, lo cual lo hace muchísimo más
competitivo, el precio por otra parte lo hace un juego mucho más barato y
asequible de lo que resultaba en sus inicios el juego Pokémon (si comparamos
precio y calidad entre un sobre de Dicemasters que cuesta alrededor de $900 y
uno de Pokémon que en esa época bordeaba los $3.000). Muchos dirán ¿barato es
el valor de Tsarina o Goby?, pues a eso respondo: oferta y demanda,
lamentablemente el poco marketing ha hecho que injustamente Dicemasters tenga
un reducido número de jugadores y con ello una baja cantidad de cartas en
circulación, lo que hace las cartas mucho más escasas, y con ello por elemental
economía, hace subir los precios.
Por otra parte, Pokemon hizo
escuela en un punto muy relevante: La Liga. Así es, hasta antes de Pokémon las
“ligas” en los juegos no se conocían, Magic tenía un programa de juego
organizado pero no era ni cerca a lo que hoy conocemos como una liga habitual.
La liga es una modalidad de marketig brillante, fideliza al jugador a una
tienda, a sus productos, aumenta la calidad del jugador y hace que el meta-juego
cambie y evolucione constantemente, permitiendo tanto al jugador novato como el
veterano disfrutar de modos de juegos distintos y variados y más aún el
aliciente que significan las cartas “promos” que constantemente se reparten
entre los mejores de cada liga.
Sin embargo, a mi parecer resulta
obvio que formar ligas debe ser un estadio muy posterior dentro de la
estrategia de marketing de un juego, primero necesitas una masa de jugadores
medianamente importante, para luego formar las ligas que terminen de
fidelizarlos al juego, puesto que estas se desarrollan en tiendas a los que
solo jugadores habituales tienen acceso y saben de su existencia, sin embargo
en Dicemasters se comenzó al revés, con ligas, de las cuales la mayoría han ido
en declive salvo una o dos de ellas ¿el motivo?: el juego no se conoce, no se
ha masificado y para las ligas es fundamental una cantidad de jugadores a lo
menos mediana, acompañado de una muy irregular distribución de cartas promos y
una demora en la organización de los eventos por parte del distribuidor, no se
podría esperar buenos resultados con tales antecedentes.
Por otra parte y lo que me
resulta más preocupante, es el hecho de que no se esté aprovechando el boom de
Marvel entre los jóvenes. Junto a un amigo comentábamos “imagínate que a la
salida de las avant premiere te regalaran una simple carta y dado (por no decir
un sobre), es probable que de cada 5 niños o jóvenes que recibieran cartas
quizás 1 o 2 se interesarían en el juego”. Bueno, eso multiplíquenlo por la
cantidad de personas que asisten a ver las películas de marvel, el potencial es
más que interesante.
Resulta una lástima también que
se haya tenido que esperar a un nacional para recién tener un evento “premier”
de dicemasters, siendo que Pokemon por lo menos una vez al mes, en sus inicios,
organizaba eventos en los malls, con stand que se repletaban los fines de
semana, con clínicas de juegos en diferentes puntos estratégicos que
concentraban una cantidad enorme de jóvenes que aprendían a jugar, dichas
clínicas eran atendidas por los que éramos jefes de ligas o jugadores
experimentados, quienes entusiasmados apoyábamos la difusión del juego entre
los jóvenes junto a sus padres, quienes al final del día son los que financian
los hobbies de sus hijos.
La verdad es que da impotencia
ver que se está desperdiciando el gran potencial de un juego que por
estrategia, atractiva modalidad de juego, precio y popularidad de los
personajes que lo inspiran, no se le haga la debida justicia con un plan de
marketing más ambicioso y agresivo, con el cual no me cabe la menor duda,
lograría mucho mejores resultados que Pokémon en sus inicios, el cual siendo un
juego mucho menos asequible, más caro, más reducido en estrategias, supo
posicionarse de forma magistral en la conciencia de toda una generación que
disfruto de sus coloridas cartas y atractivos torneos. Por último, hacemos
votos porque los distribuidores de Dicemasters se comprometan más con el juego
y sus jugadores, se pongan y suden la camiseta del juego y lo promocionen como
se merece, para que el próximo Nacional se abarrote de jugadores deseosos por
competir y compartir.
Ignacio Silva para La Prep Área




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